Para determinados pacientes, el sentido común sugiere que las desventajas de la anticoagulación superan claramente a los beneficios. Ésta es la premisa que sugiere el autor del estudio que se publica en JAMA Internal Medicine.
En una cohorte de residentes sociosanitarios fallecidos que presentaban demencia avanzada y fibrilación auricular, encontraron que un tercio permanecía con anticoagulación terapéutica durante los últimos 6 meses de vida.
La editorial que acompaña a la publicación, "Anticoagulación al final de la vida: es hora de un marco racional" habla de la necesidad de replantear el beneficio neto en determinados pacientes y realizar estudios para tomar decisiones individualizadas informadas.
Fuente: JAMA Intern Med. 2021. doi: 10.1001 / jamainternmed.2021.1804