El uso de un placebo en ensayos controlados es esencial para la evaluación fiable de un fármaco. A veces, los investigadores utilizan un placebo activo para imitar los posibles daños del fármaco experimental, sin efectos terapéuticos sobre la afección que se está tratando. Por ejemplo, placebos activos como la atropina pueden usarse en ensayos de antidepresivos, donde los medicamentos bajo investigación pueden causar daños evidentes y el riesgo de sesgo debido a la falta de cegamiento puede ser alto.
Fuente: JAMA mayo 2021; Vol181, nº5,